A través de estas líneas intento comunicar un pequeno resumen sobre mi vida como misionera en el concilio desde hace un ano y medio. Mi núcleo familiar está compuesto por 6 personas: cuatro ninos de 9, 5, 4, 1ano, mi esposo y yo. Le comunico que: según la necesidad de crecer, que fue presentando la iglesia del presidente, decidimos dar el paso al frente para abrir una misión en una barriada separada de la ciudad y bien distante de nosotros. En aquel momento vivíamos más cerca de ahí que ahora, pues tuvimos que vender la vivienda y comprar cerca de nuestra iglesia para poder hacer más fácil el trabajo que nos ocupa como líderes de la misma y la secretaria de la agencia de Brasil en cuba. Además estamos al frente de la iglesia cada vez que el pastor sale de viaje misionero. Sucede que en estos momentos estamos atravesando por un proceso difícil, pues la actual vivienda sufrió un derrumbe el día 5 de agosto, donde hemos recurrido al gobierno y todavía estoy en trámite de una posible ayuda para la reparación de la misma. Por el momento estamos auto albergados en la iglesia, ya que mi papá tampoco tiene condiciones para tenernos en su casa debido a la poca capacidad. Pero tampoco nos aceptan en alquiler por tantos ninos. Es así que esperamos en el Senor para una salida mejor. Mientras tanto seguimos atendiendo el grupo de feligreses que se mantienen firmes y asisten los domingos aquí por sus propios medios, además de los otros 2 cultos y 1 día de ayuno, lo cual atiendo yo. Estaré enviando los informes necesarios que me pida, gracias por todo. |